Porque hay muchas manos posibles.
Porque las nuestras aún están posibilitadas.
Porque hay tantísimas más imposibles, y hay ojos, pies, bocas, oídos nacidos en la imposibilidad.
Porque mi sueño era hacer cumbre en el Aconcagua.
Porque vivir significa tantos Aconcaguas.
Porque ya no tengo casi nada que decir.
Pero todavía quisiera poder tener todas las cosas...
todas las cosas que hay para hacer.
Porque a vela y viento hubiese recorrido el globo.
Y a pluma, cabeza y mate navego con Fabricio y Julio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario